Quinoto llegó en pleno verano, flaco como pocas veces habíamos visto en
el Hogar, era una bella cabezota colorada, que al sol brillaba casi
dorado, pero su cuerpo era apenas un esqueleto con un poco de piel
encima...
Como muchas veces
cuando nos piden un rescate de un animal en ese estado, le damos
entrada, aunque sea para que, si tiene que terminar sus días, no sea en
la calle en medio del frío, el hambre y el maltrato, sino que pueda
hacerlo acompañado, calentito y con buena comida.
Así
llegó Quinoto, lo alojamos junto a otros gatitos llegados en problemas
como él, enseguida Quinoto se destacó por su sociablidad, su cariño, y
su buen humor constante. Hizo buenas migas con dos de las voluntarias y a
ellas les conversaba, les pedía mimos y las seguía en todos los
quehaceres...
Contrariamente
al triste diagnóstico que tuvo al llegar, Quinoto se propuso vivir,
hacía bien todos los deberes, comía, jugaba, se empezó a lavar
cuidadosamente todos los días.
Tanta
fue su mejoría que en menos de dos meses fue a la sala de adopciones,
y cuando llegó Agustín, otro colorado como él pero más jóven y más
inexperto, Agustín no dudó en hacerse su mejor amigo.
Una
tarde llegó una familia en busca de un gato colorado, no había dudas,
Quinoto era el que merecía por esfuerzo y ternura la opción de aquella
familia tierna que sin demasiados protocolos, buscaba...
.- un gato a quien darle cariño, si es colorado... mejor!
.- tenemos a éste, pero son muy buenos con éste otro...
.- bien, nos llevamos a ambos...
...aunque
pareciera un sueño, era de esos sueños, que se materializan, Quinoto no
sólo conseguía casa, lo hacía en compañía de su mejor amigo... son esas
situaciones que nos ponen un nudo en la garganta, porque los hemos
visto luchar, y hemos luchado con ellos codo a codo, a veces, como con
Quinoto, durante meses y esas partidas a vivir en familias llenas de
amor, nos enternecen hasta las lágrimas por un lado y por otro nos dan
la fuerza necesaria para el próximo rescate, el próximo Quinoto ó
Agustín ó tantos otros, la lucha cara a cara con la brutalidad de la
calle y la entereza para sobreponernos cada vez a y seguir.
Feliz vida pequeños, nunca los olvidaremos pero vuestra alegría es la nuestra!!!
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