La
hora mágica es aquella que los felinos y los fotógrafos aman…es cuando
la luz del día se hace noche en la tierra pero brilla aún en los últimos
horizontes del cielo…es cuando los lentes de las cámaras de fotos y los
ojos de los felinos captan aquellos imperceptibles fulgores de luz que
emite una tierra que comienza a dormirse y se despierta en misterio…Es
cuando el ojo humano ya no puede ver más que cerrazón, pero la foto le
mostrará que hay otras realidades que las acordadas por el límite
humano… el ojo del felino puede apresar la noche y
retenerla…eso volvió a pasar hoy…todavía una vez, en una tarde
cualquiera, el Hogar volvió a disfrutar de su hora mágica y todavía una
vez más, fue de noche en la tierra y brilló una albor en el cielo…
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