Siento un ruido, miro.... y ahí estaba rodando por la calle un pequeño gato blanco, que terminaba de ser atropellado... reacción instintiva! me tapé la cara, pero fue más fuerte que yo... miré! el auto siguió, obviamente y yo obviamente me acerqué, vi que respiraba y se movía, aunque con dificultad, tenía la cara y la manito a la altura del omóplato, muy lastimada, sangraba y se quejaba.
Lo agarré, lo levanté, pensé... y ahora???? que hago??? si lo dejo apoyado en el pastito y sigo? si es de alguien acá lo van a encontrar, yo tengo un día complicado, el trabajo, el estudio... pero y si no es de nadie??? y no... no pude, el "pastito" estaba húmedo, mojado por el rocío y el gatito tiritaba, supongo que por el shock.
Así que saqué de mi mochila el sweater que siempre llevo, por las dudas que refresque, lo arropé y me dirigí a la vete que está al lado del bar donde pensaba desayunar... chau desayuno...!!!
.- mmmm, gatita! linda! callejera no? quien se va a hacer cargo si la tomo y la curo?
.- yo obviamente,
.- pero te la llevás, no podés dejarla acá, si después no volvés yo que hago?
Tenía razón, pero sentí que una razón a medias, como esas cosas que a veces son correctas ó legales... pero injustas de todos modos... como la anestesió un poco para limpiar las heridas, aproveché esa situación para guardarla dentro de la mochila y del sweater, donde se durmió profundamente, creo que se sintió contenida y arropada...
Luego comenzó nuestro peregrinar, sin darme cuenta ingresé en el Laberinto, soy joven, si bien trabajo, también estudio y eso me lleva una buena parte de mi sueldo, es decir no dispongo de los recursos necesarios para nada en mi vida, menos aún para un ir y venir descorazonados en los que se transformarían mi vida y la de ella en los siguientes meses.
.- turno para una placa, si, señorita anote, para el 11 de noviembre
.- lamentablemente no, estamos colapsados
Vete privado
.- entonces pensalo como una posibilidad… porque aun operándola… vos, podes hacer el post operatorio, que es complicado y lleva varios meses? pensalo piba, nunca vas a poder salvar a todos los de la calle!!!
.- no está enferma, solo herida, se va a sanar!
.- de acuerdo, tampoco agarramos heridos, quien va a adoptar luego una tuerta? y encima renga?
A todo esto, el tiempo pasaba y decidí darle un nombre, Anastasia, como la princesa rusa de mirada triste, y le diría Ania, ella después de todo también tenía la mirada triste y pensativa, siempre, cuando volvíamos de nuestros peregrinajes infructuosos, Ania se quedaba como pensativa, mirando la nada y yo me debatía en imaginar...
Por la noches lloraba, parecía que no había salida para mi laberinto de ayuda y buenas intenciones, ni modo de encontrar una solución coherente.
Entre mis recorridos, zozobras, preocupaciones, recuerdo una en particular, fue la tarde cuando Sari, mi amiga de la infancia me planteó:
.- no te entiendo, hace semanas que andas de acá para alla gastando plata con esa gata tuerta!
.,- no está tuerta, todavía, y quiero ayudarla
.- pero dejála donde la encontraste, es de la calle, que te preocupa...!!!
También a ella estuve por contestarle como a los demás, que es un ser vivo, que sufre, que su ojito debía dolerle y dolerle el alma por su estado de abandono y tristeza, más allá de los magullones en todo su cuerpito frágil y pequeño, que tenía el derecho de tener una vida digna, que somos responsables por los seres que abandonamos en las calles, sean animales bebés ó viejitos humanos... pero preferí mantener el silencio, me di cuenta que si ese planteo venía de alguien que me conocía tanto como Sari, era porque en algún momento una zanja profunda se había producido entre mi amiga y yo... ella no entendería mis motivos, y yo no dejaría sola a mi Ania, terminaba de perder una amiga y ganar una convicción.
Su ojo empeoraba y no tenía forma de llegar a la cifra que me pedían para la operación, comencé a desesperarme, que se hace con una animalito de la calle?!?!?!?!?!? que se hace cuando no se tienen los recursos para ir a un veterinario privado, operarla, castrarla, curarla, atenderla, y todos los etc…
El golpe de gracia fue mi viaje de trabajo, viaje por otra parte deseado hasta la locura, reconocimiento de mis méritos, mejora económica, posibilidades de ascenso... todo lo que había soñado y por lo que había trabajado desde hacía más de dos años, llegaba ahora... mi vida se convirtió entonces en un torbellino, todas las noches llegaba a casa y entraba en un crisol de llamados, las respuestas.... todas muy parecidas...
Ania me miraba con su único ojito, comía, jugaba, me hacía mimos como alentándome, aún cuando ni yo creía ya en mi capacidad de ayudarla...
Una noche luego de casi ocho meses de dedicar todos los días a procurar una ayuda para ella, recibí un llamado
.- hola, te llamo del Hogar Lourdes, vos buscabas ayuda?
.- Hogar?
.- bueno del refugio, pero le decimos Hogar, suena más cálido al oído, de gatos...
.- si me imagino, pero ustedes llaman???? hace tanto que busco... y tienen lugar?!?!?!? seguro no tienen lugar?????
.- sí, por eso te llamamos, si estás con más o menos tiempo para venirte... en el fin de semana hubo bastantes adopciones y quedaron unos lugares, podemos recibirla el miércoles.
Solo atiné a decir gracias, uno solo, cuando hubiera querido que fueran miles... en cambio colgué y lloré...
El largo laberinto sin salida que en este caso había sido el hecho de ser humana, detenerme ante un accidente callejero y tratar de ayudar, me dejaba ver su puerta de salida...
Muchos meses habían pasado, ya estaba encariñada con la pequeña, pero me iba un largo tiempo, y ella finalmente tenía un lugar donde estar, es decir terminaban de decirme que tenía un Hogar donde sería castrada, operado su ojito, se le buscaría una familia... tenía un lugar...
Meses de peregrinaje terminaban con ese llamado cortito y determinante...
Cuando ese miércoles la dejé, me miró como diciendo
.- ya está, te vas? no me hacés un último mimo? acá voy a solucionar mis problemas, pero a vos, que fuiste mi primer eslabón hacia una vida digna... te voy a extrañar!
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