lunes, 22 de febrero de 2021
Mike, el Custodio del Museo
Corría la primavera de 1908, cuando el viejo Black
Jack -un enorme y anciano gatazo que habitaba las aulas del British Museum-
caminó hacia el Director de Antigüedades Egipcias, profesor E.A.WallisBudge con
un objeto contundente en su boca y lo depositó a los pies del profesor. El
objeto resultó ser un pequeño gato colorado que bautizaron como Mike.
Como pasa muchíiiiisimas veces, en realidad casi
siempre, los humanos nos conmovemos de estas miniaturas con forma de bola de
pelos, y el profesor no fue la excepción.
Instalado ya en el museo, el pequeño Mike aprendió
durante todo un año cómo ser un gato adulto, de la mano de Black Jack quien
enseñó al pequeño todos los trucos para ser un gran gato, una tarde lameteó la
cara de pequeño, se restregó contra las piernas del profesor y partió.
Mike pasó los siguientes 20 años en el Museo, toda
una curiosidad si tenemos en cuenta que los gatos en aquella época no vivían
más de 14 o 15 años, pero Mike era cuidado y querido por todos, y eso
significaba ser bien alimentado y atendido en todas sus necesidades. Durante
ese tiempo, custodió celosamente la puerta de museo impidiendo por ejemplo la
entrada de perros, a los que espantaba con enorme bufidos hasta intimidarlos,
tampoco permitía el acceso a las áreas reservadas del Museo a los desconocidos,
así como no aceptaba comida de más que de algunas personas de su confianza
El Felino más afamado del Siglo XX, así lo
reconocía la Revista TheStar, en una publicación del año 1927:
“A los ojos de todos los eruditos, de todos los
escolares, las elegantes señora en Saari, monjes de negras túnicas, turistas,
investigadores, visitantes casuales o los que tan sólo van por curiosidad,
todos lo ven con cariño y él pareciera comportarse como si todos fueran sus
iguales” agregaba en el texto de la nota, en verdad una de tantas de las que se
escribieron sobre él. Cuando en 1929 Mike partió siendo ya un anciano de 21
años, Wallis Budge escribió su obituario en el Evening Standard -uno de los
diarios más prestigiosos de la época- En ese afectuoso escrito se incluía una
Oda compuesta por F.C.W.Hiley que decía:
¡Viejo Mike! ¡Adiós! Todos lo lamentamos
Aunque nunca nos dejaste ser a nosotros mismos tus
mascotas,
entre todos los gatos fuiste el más sabio, el
mejor!
Así te recordaremos. Descansa en paz.
Un tiempo después se erigió la piedra sepulcral de
Mike, cerca de la entrada principal sobre Russell Street, en la inscripción
figuran las palabras de su amado profesor de ciencias egipcias: "Ayudó a
custodiar esta puerta del Museo desde febrero de 1909 hasta Enero de 1929”
En 1979, al cumplirse los 50 años de su deceso, los
principales directores de áreas del Museo escribieron cada uno un capítulo de
un bello libro que se tituló: “Mike, el gato del Museo, nuestro recuerdo en el
Jubileo de su partida”. Aun hoy en esos claustros, se lo recuerda con cariño. Y
en el día internacional del gato se lo celebra con fotos y anécdotas publicadas
en la página oficial del Museo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario