viernes, 17 de enero de 2020
Lourdesiana Mia, Unica.
Había una
vez…una gatita negra….muy pero muuuuuuuy chiquita que como pasa muchas veces…de
un día para otro quedó tirada en una vereda….abandonada a su suerte…arrancada
del abrazo suave y tierno de su mamá y la divertida compañía de sus
hermanitos…en el primer momento, quedó como desorientada, el fresco de la
noche, la llovizna que caía, el miedo a lo desconocido, el golpe de la caída…
se reincorporó lo mejor que pudo, recordando que su mamá siempre le decía: “los
gatos tenemos que ser elegantes sin excusas, limpios y pulcros” entonces se
lamió el pelo desordenado y se sentó derechita, esperando que cerca hubiera
caído alguno de sus hermanitos, ó que la mamá estuviera lo suficientemente
cerca como para escuchar sus tímidos maullidos…
Pero las horas
pasaron y nadie parecía escucharla, con la madrugada sus lamentos se
convirtieron en un fuerte llanto, angustia, miedo, frío, hambre… que le falta
sentir a un gato de la calle?!?!? Todas las indignidades causadas por esa fiera
que un día se paró en dos patas y se creyó más que los demás…así que cuando fue
llegando la nueva mañana, la pequeña ya ni gritar podía de afónica, aunque
trataba de seguir sentadita, derechita, prolijita…
Un gato viejo
que pasaba, le dijo que en la calle era más útil buscar comida que llorar la
vida perdida, y la pequeña lo siguió hasta un basural donde hundió su cabecita
entre unos restos de una bolsa para comer…que se yo…lo que pudiera…
Un par de días
después, unas grandes lagañas le fueron pegoteando los ojos, falta de una mamá
que al menos le enseñara, y aprendiendo como podía, sus ojos lejos de mejorar
fueron empeorando velozmente… hasta que llegó un día que la pequeña dejó de ver
por completo, así, chocándose con todo a su paso la encontró Valeria, que iba
en bicicleta al mercado de orgánicos, paró, la levantó, preguntó por el barrio
si era de alguien, lo curioso fue que la respuesta casi unánime fue que nadie
la había visto siquiera… …entonces, consiguió una cajita pequeña para que entre
en el canasto de la bici, compró un trapo de piso en el almacén de la otra
cuadra y guardó a la pequeña gata que silenciosa y hecha bollito la dejaba
hacer como resignada a ese cruel destino, ahora de ciega…
Ya pasadas la
once, a esta altura de la mañana, Valeria pensó cuan avanzada y desabastecida
irá quedando la feria de orgánicos y cuanto necesitaba la pequeña un calmante,
una opinión veterinaria, alguna medicación y tal vez también comida y agua,
entonces, llamó Sandra, que esa mañana desde temprano estaba en el Hogar
esperando la visita de un laboratorio, y la respuesta de Sandra, como en otros
tantos casos…
.- y mirá, si
está tan mal...que vas a hacer…??!?! Traela, un lugarcito vamos a encontrar y
que lo que sea que tenga que ser…sea…pero contenida…
…de todos modos,
Sandra no imaginaba la gravedad de la pequeña, cuando la vio…se tapó la cara…
.- no, no…
imaginaba algo mucho más leve…no entiendo como sobrevivió?!?!!?
…y otra vez la
pregunta reincidente…
.- pero antes de
vos…nadie, pero NADIIIEEEEEE la vio….Dios, que nos está pasando?!?!?
Y ahí quedó la
mini gatita en una mini jaulita, con agua comida y piedritas, día a día le
fuimos limpiando los ojos y esperando la evolución. Como mágicamente, se
dirigía al comedero, al bebedero y a las piedritas… Sandra llamó por teléfono a
nuestro vete sanador de ojitos, pero el doc le dijo que era impensable operar
nada en aquella flacura diminuta con forma de futuro gato…pequeñísima, re flaca
y sobrellevando una infección galopante, aunque cuando la vió, sorprendido por
su pequeñez y flacura sijo que era impensable operar a menos que una hilacha de
la vida, luchando por sobrevivir…
…pero, y esa es
la parte positiva, lucha Sandra…
Día a día, Sandra
llegaba y lo primero que miraba era el lugar de la pequeña, y ahí estaba con
los ojos medio afuera todavía, hechos un mar de lagañas, pero ya no se ovillaba,
y eso también era bueno, ahora esperaba a Sandra sentadita, se notaba que había
comido, tomaba agua ruidosamente como saboreando y cuando venían las visitas
ella simplemente se recostaba mirando contra la pared…
Parecía que sólo
disfrutaba cuando llegaba Sandra y alguno que otro voluntario, por lo demás, le
seguía dando miedo que la toquen…
Una tarde que
llegué al Hogar de visita, vi a la pequeña con un ojito mejor, pero el otro
había comenzado a supurar un pus blanco, que chorreaba por su carita y había
como pompas de pus dentro y alrededor del ojo y caía por su ínfima
carita, se la notaba asustada, otra vez estaba hecha bollo en el fondo de su
pequeño loft… no había comido, se quejaba…cuando llegó Sandra en un gesto muy
de ella, giró sobre sus talones, y fue derechito a llamar al vete:
.- Walter,
estalló lo que fuera que tenía en el ojo, y si la infeccion avanza…la perdemos doc…hagamos algo, si no soporta la
operación, al menos habremos hecho algo concreto más que comida, el amor y los
buenos deseos…
.- ok traela
esta noche pero sabés a que nos arriesgamos…
.- hay otra
opción??!?!? ¡
.- supongo que
no, el panorama que contás nos obliga a hacer algo, lo que sea, pero rápido y
concreto…te espero tengo turnos hasta tarde, pero la opero cuando termine el dia!…
Como todas las
noches, se alistaron los gatiles, se repuso por tercera vez en el día agua,
comida y piedritas…y luego, ya noche cerrada, con una gaterita tan pequeña como
su preciada carga, partió Sandra aquel día del tórrido verano, la gatera que
casi no mostraba el peso de llevar un gato dentro…la pequeña seguía siendo muy
muy pero muy pequeña…
A la mañana
siguiente, llegando muy temprano a mi atelier, me llamó la atención ver luz en
el hogar, toqué timbre, salió Sandra medio dormida, despeinada…
.- te quedaste
toda la noche!!!! Como está la pequeña?!??! Y vos???Te sentís bien?!?!
.- el ojito hubo
que amputar, pero sobrevivió a la operación, estamos bien las dos, pasó la noche,
se despertó , tenía que apoyarla, darle ánimos, que cuando saliera de la
anestesia no se encontrara una vez más solita en el mundo…
…me fui al bar
de la esquina y les dejé un desayuno para la gata y otro tibio para ella, me
fui pensando…en algún punto es como si Sandra fuera el única, el Hogar fuera el
único que recibe estos casos tremendos…es que estos animalitos… no los ve
nadie?!?!? Digo, nadie más que Sandra y su Hogar de paredes de sol …
.- gracias por
traernos el desayuno…
… y se sentó
bajo los árboles con la pequeña en una canastita…
Los asombroso es
que la pequeña comió, pidió mimos, …al rato pidió mimos, comió…hizo pis, caca,
volvió a pedir mimos…, la diminuta maraña de pelos negros con trazas aún de
lagañas, sangre y ahora sumaba algo de comida pegada, así siguió aún por unos
días; cuando comenzó a limpiarse, y antes de cada desayuno, no importaba que
estuviera Sandra, después de todo era como su mamá, ella terminaba con su
toillete antes de abocarse a llenar bien su pancita con el alimento extra que
tocada ese día…sobrecitos húmedos, atuncito en agua desmenuzado -mmmm pensándolo
bien, me quedo con el pollito ó el arroz con menudos que trae la tia Claudia
los domingos…- parecía decir la pequeña, pero comía, se lavaba, todo eso era bueno
y aunque todavía faltaba un largo camino por andar, cada bocado engordaba aquella
pancita arrugada a su llegada pero llena de redondeces hoy, y cada bocado
igualmente, aportaba una cuota de sanación a aquel ojito que no había podido
salvarse, pero no había dañado finalmente la salud de la pequeña enanita negra.
Una tarde le
pregunté a Sandra:
.- como se llama
esta negrita luchadora, y valiente?!?!
.- Mía…
.- si ya se que
es tuya, todos los son, pero el nombre…
.- Mía…
.- Mía como
yo?!?!?
.- no Mía, porque
la siento más mía que a otros, porque creo que me estoy enamorando de su
valentía, su ternura, su timidez y su desparpajo… Mía porque después de muchos
años es la primer gatita que me hace dudar ponerla en adopción…la siento Mía, y
cuando se acurruca en mi regazo…quedaría por hora y días y una eternidad sintiendo
en mis brazos a Mía…
Las semanas
fueron pasando, Mía engordaba, se fortalecía, ahora tenía una compañera de
gatil, jugaban, luchaban, dormían hechas un nudo, compartían la comida… mucha
gente pasó por el Hogar, todos y cada uno paso, literalmente por delante del
gatil de Mïa.nadie preguntó por ella, salvo para emitir algún “pobrecita…”
Hoy sábado, un
jovencito muuuuuy silencioso, llegó en busca de “un gatito”, luego de la charla
de rigor..
.- bueno,
contanos…y con que gatito soñas???
.- ninguno en
especial, el que me enamore, el que se enamore de mi…
Charlando
charlando llegamos a la sala de adopción, ni bien entrar, se detuvo frente a
Mía, después siguió, miró a todos, dió otra vuelta más...
.- y éste de
acá?!?!?
.- es una nena,
Mïa se llama, le falta un ojito…
.- eso no es un
problema…
Sacamos a Mía
del gatil, que como si desde siempre lo hubiera conocido se acomodó en su
regazo, él le hizo cariños, ella los correspondió, el le rascó la cabecita, ella ronroneó con todo el cuerpito…
.- sí, ya
está…es ella…
Busqué a Sandra
con la mirada, no la encontré
Me fui al otro
patio, con el pretexto del baño, en realidad no quería que me vean con unas
lágrimas tramposas, rodando por mi cara a su antojo…y ahí encontré a
San…tampoco quería que la vean llorar, la abracé, a veces cuando ante el mundo
entero, defiende con garras los derechos de sus protegidos, me parece una leona
y otras frente a los 600 gramos de una gatita tuerta de 3 meses, pareciera
convertirse en uno más de ellos… recomponiéndose dijo un poco creíble…
.- esto no me
tiene que pasar…no me tendría que pasar, siempre les digo a cada voluntario que lo ultimo que les damos a nuestros protegidos es renunciar a hacerlos nuestros propios gatitos,,, para que cada uno tenga su merecido hogar,,, pero con algunos, pasa,,, duele hasta la felicidad de darlos,,, ya estoy bien,,, ya voy,,,
…y tenía razón,
pero como decimos siempre somos el arco que arroja la flecha, y si bien para
nosotros ella quedará en el recuerdo profundo de esos que son imborrables, desde
esta noche y para las 6 vidas que aún le quedan, Mía tiene una casa, una
amorosa familia, y una vida propias…
Dos personas que cambiaron la vida de Mia fueron el Dr Walter Fernandez, a quien no hay palabras para agradecerle lo que nos ayuda con la Dra Isabel Violante en cada momento que un Lourdesiano esta en una urgencia, ellos no solo son excelentes profesionales,,, son calidos tambien con nosotros que como humanos necesitamos tambien una palabra de alivio,,
La otra persona es su papa adoptivo, Julian, el si, cambio la vida de Mia para siempre!
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