Qué pasa cuando todo se hace bien, pero al final sale todo mal...?
jueves, 7 de julio de 2022
Maternidad Mortal
Qué pasa cuando todo se hace bien, pero al final sale todo mal...?
Ricardo llegó
a su casa como de costumbre a la noche medio tarde, abrió, como todos los días,
el portón para guardar su camioneta y vio al gato del barrio, dentro del garaje,
el gato...ese... que andaba siempre por ahí, que "tal vez" era de algún vecino,
que nadie supo cómo llegó ni quién le daba de comer porque nadie reconocía como
propio...
.-
igual se arreglan...
.-
viste? son independientes...
.-
ellos no tienen casa, ni arraigos, ni afectos... el gato es
libre...
Cuando
se dio cuenta, ya era tarde, la señora que lo ayuda en la casa había dejado
la puerta mal cerrada y Boby el perro salió para saludar a su amo, corrió
hacia él moviendo la cola, pero vio al gato y se abalanzó.
Ricardo se bajó de
la camioneta corriendo, pero era tarde, se trenzaron en una feroz
pelea...
Ricardo los separó, se lastimó la mano, pero no le importó, no
soporta ver a los animales pelearse, y sobre todo... qué raro...! el gato no se
había escapado como otras veces, sino que le hizo frente a Boby...
Mal
heridos los tres, curó como pudo su mano, curó al perro como pudo, pero el
gato se escondió entre las maderas amontonadas, esas que siempre tiene fiaca de
ordenar...
.- no importa -pensó- de todos modos hoy ya no hay vetes
donde ir en la zona, mañana me levanto más temprano, aviso que no llego al
trabajo y llevo a los dos al veterinario...
Así
fue, se levantó muy temprano, sin sol todavía, ni claridad, no había amanecido,
su mano herida le dolía y se había hinchado por los golpes de colmillos, y la
uñas, sí...iría también al médico... desayunó, Le dió unas gotas de asedan a
Boby, y se propuso a buscar al gato...
No buscó mucho rato, lo encontró ahí
entre las maderas, había muerto durante la noche, le dio mucha pena, había
muerto sin ni siquiera una compañía, un cariño, pero para Ricardo no habían
terminado ahí las sorpresas, recién entonces pudo darse cuenta que el "gato del
barrio", era gata... en realidad, no había huido por defender su cría, escondida
entre las maderas del garaje, por eso le había hecho frente a Boby... sí, la
gata flacucha y arisca, esa que no tenía afectos ni arraigos, defendió con su
vida a los pequeños, que a esa hora de la casi madrugada, se prendían
inútilmente de su mamá...
Consternado ante el panorama, sin saber bien
que hacer, los guardó a los tres en una caja de zapatos, envueltos con una
toalla, y se prometió y le prometió a la gata, mientras la enterraba en el
jardín, hacerse cargo de los bebés.
El veterinario le advirtió que era casi
imposible amamantar bebés tan bebés, todavía con los ojos cerrados, pero él no
los dejaría en esa situación, compró todo lo necesario y se propuso ser
nodriza...
Cada hora preparaba en la oficina de su empresa los utensilios
y daba la mamadera, pero el más blanquito no se movía mucho y entonces
pensó que tal vez estuviera haciendo todo mal, se dijo a sí mismo que tal
vez lo que necesitaba era más consejos, más ayuda...
Habló con María Inés,
una vez la había escuchado decir que ayudaba a animales de la calle...
.- no
me sale esto de ser nodriza, tal vez a vos como mujer te salga
mejor...
.- no se trata de ser hombre o mujer, se trata de que en estos casos
se necesita ser gata nodriza... es casi la única opción de sobrevida
para gatitos de este tamaño...
María Inés nos conoce desde hace
tiempo, su gata es una viejita lourdesiana que vive hace años con ella, tomó a
los pequeños, los revisó, le preocupó el blanquito, y nos llamó
enseguida...
.- Hola San, estoy re triste y preocupada, es una historia donde
todo salió mal, habrá una gata nodriza????
.- Hay,
tuvo cuatro bebés en la calle, los perros le mataron a dos, podés
traerlos y vemos si los acepta...
María Inés llegó por la tarde, ya
llovía, dejó un reunión de trabajo, salió un rato antes y se vino al Hogar,
llegaron dos bebés y un angelito... "Blanquito" así lo bautizamos aun
cuando ya no había esperanza para él, había recibido un fuerte golpe en el
vientre, que a esa hora estaba todo morado por del golpe, tal vez en la pelea,
Boby o la madre lo golpearon, le explicamos a María Inés que no
hubiera habido forma de salvarlo, la hemorragia interna era
generalizada y en ese cuerpito mínimo... no obstante los otros dos, estaban
sanitos, y rozagantes, uno de hecho ya había abierto sus ojitos...
La caja ya
era una versión más elaborada que la de Ricardo, improvisada en aquella
madrugada, ahora tenía dos trozos de polar, y una botella de agua tibia sobre la
que los pequeños se acurrucaban.
Por
la tardecita casi noche la protagonista del Programa Maternidad que tiene a
Bella en su casa con los dos pequeñitos sobrevivientes de su propia camada, vino
al Hogar, tomó la caja y partió... Bella es una madraza, la vida le devolvió de
algún modo los hijitos que el destino le quitó... ahora sólo nos queda una
plegaria al Dios de los Gatos para que permita que la vida se reencauce... que
así sea...
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