Durante muchos años, algo así como desde 1919 hasta 1941, la meca de
todos los amantes de los libros fue la librería Shakespeare &Company en el
12 rue de L’Odeon, en París, su propietaria, Silvia Beach, era una bibliófila
americana que sintió la necesidad de tener un rincón en París, donde poder
adquirir libros en idioma inglés. El cierre de la librería tiene una triste
historia, pero eso… eso es otra historia…
Mucho años después, la librería reabrió y se convirtió en un símbolo de
la capital francesa, nadie, pero nadie amante de los libros puede decir que fue
a París y no pasó por allí, es más, nadie que visite París y se diga un viajero
de ley puede irse de la ciudad si haber dado una pasada por ese local que de
los 3 cuartos iniciales, hoy ocupa 6 pisos, tiene café propio y un pequeño
espacio al frente donde se acomodan ofertas y músicos callejeros lleno de
rincones mágicos, con multitud de sillas, sillones, sofás de todos los estilos
donde apoltronarse con un libro entre las manos y dejar pasar el tiempo. Pero
adivinen qué! La librería como no podía ser de otro modo, tiene un habitante
muy peculiar, Aggie es un gato típicamente gato, tabby de pelaje, grandes ojos
dorados, un sentido del humor ideal para convivir con bibliófilos, sobre cuyo
regazo decide a veces acomodarse y a quienes ignora según el día. Aggie es el
único habitante de Shakespeare &Company que no se retira a su hogar cuando
cierran las puertas, porque “ese” es su hogar, un sueño de muchos, que algunos
viejos escritores hicieron realidad cuando no tenían un peso y la dueña
original los invitaba a pasar la noche allí.
Si todavía
no la conoce, no deje pasar la oportunidad el día que vaya a la ciudad luz y,
si la conoce, vuelva y no se pierda encontrar a Aggie en algún rincón y mimosearlo,
como todo gato ama las caricias, los libros y a los amantes de los libros!
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