martes, 15 de septiembre de 2020
Larry El gato del Gobierno
Cuando el reino unido se vio conmovido por el Brexit (su salida de la
Unión Europea) sucedió un hecho insólito; el Primer Ministro se vio forzado a
renunciar como tal, pero cuando intentó llevarse a Larry, la respuesta de las
autoridades fue unánime: Larry es un empleado del gobierno y no una mascota. De
hecho, desde 1920 el N° 10 de Downing Street, siempre tuvo gatos cuyo título
oficial era “Cazador de ratones en jefe de la sede del gobierno”. Con ese
objetivo, se los seleccionaba por su instinto cazador, en algunos refugios de
la ciudad de Londres, otorgándoles una pensión mensual de 100 Libras
Esterlinas.
No obstante toda esta historia, se duda que Larry mantenga las
costumbres de sus antecesores. Hoy ya no existen ratones ni en Downing Street
ni en el Palacio de Buckingham (tema que veremos otro día), y en cambio sí es
usual que todos los visitantes de la residencia de gobierno le lleven golosinas
y latitas de alimentos especiales, se han hecho también famosas las siestas que
Larry duerme durante largas horas sin importar la habitación de la residencia ni
las reuniones que se estén llevando a cabo allí. Pero al parecer, lo que más
complace a Larry es salir a la vereda, allí mantiene algunas disputas con
Palmerston, el gato del Ministro de Relaciones Exteriores, se dice incluso que
en una de ellas llegó a perder su collar, y con Freya, la gata del Canciller de
Hacienda, ambos vecinos de la residencia oficial, otras veces se limita a
acompañar a los policías que custodian el lugar, aunque las más de las veces su
pasatiempo favorito es simplemente permanecer allí en la puerta, sentado largos
ratos viendo pasar los transeúntes.
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