Lourdesiano Pistolero Adoptado!

Y una tarde llegó Pistolero al Hogar... quedó ahí, esperando en la puerta, como tantos, cajita, timbre, y la espera...

.- escucharon el timbre?

.- sí, pero no contesta nadie….

.- mmmm no me gusta eso…que alguien se fije…

…y como siempre también, Sandra abrío la puerta, abrió la cajita, lo tomó en sus brazos, y repitió una frase, que no por repetida es menos real, dramática y conocida...: Si no tenés nada en el mundo, si te dejaron sin familia, ni pertenencias, acá un lugarcito te vamos a hacer.

El pequeñito, como entendiendo movía su colita, agradecido, pero Sandra notó que al revés que otros, el no se movía, ni intentaba moverse, lo dejó en una jaulita apartado del resto y cuando llegó la vete, lo sacó de la transportadora y lo revisó, lo que encontró no fue bueno, un diagnostico duro que nos sorprendió y preocupó: una rara patologia, que los va paralizando, primero no pueden moverse, luego ya no pueden respirar...una enfermedad tortuosa, larga y dolorosa…

Sería x eso que lo abandonaron!?! O lo hicieron de abandónicos nomas...

Sandra meditaba en silencio las opciones, cuando llegó Antonio, y decidió dos cosas importantes para la vida del cachorro; primero: decidió llamarlo Pistolero y segundo: ayudaría al cachorro a no darse por vencido, sabía que les esperaba un largo peregrinaje, pero estaba dispuesto. Así, venía cada tarde, a la salida del trabajo, lo alimentaba, lo limpiaba, ya que algo de pipí se hacía encima, y ponía en una punta de la sala donde estaba, la camita, en otra los papeles-baño.

Pistolero obediente como pocos, se arrastraba ese trayecto, ida, popó en los papeles y vuelta, llegaba a su camita, se desplomaba y nos partía el alma, pero el vete insistía en que no dejara de caminar, era parte de su salvación.. Hace de esto ya un mes, una vez por semana, Pistolero y Antonio, a la nochecita, salían hacia el doctor, que lo revisaba y nos daba aliento, no importaba la lluvia, el viento, lo tarde ó temprano, Antonio venía día a día a cuidarlo y una vez x semana para visitar al doctor Walter Perez.

Ayer por quinta semana consecutiva, partieron Anto y Pistolero, ubicado ya sin problemas en la transportadora de gatines. Lo que sería una visita más al doctor, provocó al final de la misma, esta amplia sonrisa de Pistolero, y también la de Anto, que no se ve, porque quedó detrás de las cámaras.

.- Dado de alta –dijo el doc-

Ahora es sólo cuestión de paciencia, Pistolero comenzará a caminar titubeando primero con más seguridad después, le hace bien jugar, es un bebé… y a los pocos días, cuando Sandra salió desprevenida al patio…lo vió. Pistolero salió a recibirla, ahora ya nosólo movía la colita, ahora Pistolero caminaba, repuesto, 100% y salía de a enfermedad como un pequeño enorme campeón de la vida.

Que te vamos a contar? Que Sandra lo levantó en brazos y lloró?!?!? No…eso ya te lo estarás imaginando. Te contamos en cambio, que agarró el teléfono y le mandó a todos los voluntarios la foto de Pistolero caminando y contándonos que ya caminaba…

.- no saben la alegría!!!! –escribía-

Nosotros también imaginábamos el resto, no había necesidad de aclarar las lágrimas de alegría.
Hoy  Pistolero disfruta hace meses de su amada familia!