sábado, 20 de marzo de 2021
Felipe: cuando muchos caminos se cruzan..
A veces, no nos damos cuenta de la cantidad
de haces de luz que se cruzan a cada paso que damos en nuestras vidas, muchas
veces, si nos detuviéramos a pensar cuántos caminos distintos se cruzan a cada
momento de nuestro andar, tal vez hasta nos daría recelo el sólo hecho de
avanzar al azar…
Veamos los actores de esta historia…
Sandra…bueno, de ella sabemos con la pasión
y el amor que día a día llega, limpia gatiles, medica, limpia ojitos, espanta
pulgas y garrapatas, acepta dentro de los límites del Hogar a aquellos
animalitos que absolutamente nadie aceptaría, atropellados, maltratados,
hambrientos, fracturados, viejitos, enfermos de soledad y abandono…
Lety, sí…bueno, de ella sabíamos que
siempre había compartido su vida con perros, adoptados, de raza, de la calle,
pajaritos, hamsters…tenía un largo historial de amistad con animalitos de los
más diversos orígenes, sin embargo nunca había tenido un gato…
Juan…él fue tal vez el hilo conductor que
llevó a que todos estos caminos se crucen…él nunca nunca había tenido una
mascota, y compartir sus días con una, era uno de los sueños que guardaba
celoso en su enorme corazón…
Felipe, ay no…pobre Felipe…de él hay poco
para contar, sobre todo porque él, era un callejero más… y que sabemos de la
vida de un callejero?!?!? Poco, poquísimo, lo poco que nos deja adivinar la
vida por sus actitudes, presencia…en fin…Felipe era flaco, pero re re flaco… se
notaba que nunca había conocido un hogar, ni una familia, había crecido
así…como pudo, su pelo largo y dorado, enredado por la grasa de la calle y los
pastos pinchudos del baldío donde paraba a dormir…ese invierno, en especial, se
la había complicado mucho conseguir comida y la verdad, que a Felipe se le
podían contar las costillas…
Cuando en aquella tarde-noche fue a cruzar
la avenida, excitado de ver que la viejita que todos los días les dejaba algo
de comer ya había llegado y distraído por el apuro y el hecho de que la bolsa
de comida no lucía muy abundante para el montón de bocas hambrientas del bajo-autopista,
que ya estaban allá, Felipe apuró el paso y no miró demasiado…
Tuvo la suerte de que al volante de aquel
auto gris, iba Sandra, ella en un único acto reflejo, miró el retrovisor y pisó
el freno, todo junto y apurado…el corazón le dio un brinco, se bajó para ver si
lo había llegado a tocar, pero no… aunque Felipe no se movía, al acercarse, vio
que temblaba del susto, ella lo abrazó, se quedó ahí un rato, Felipe no se
bajaba, había encontrado cómodos aquellos brazos contenedores, entonces Sandra abrió
la tapa del baúl y sacó de allí una lata de las que lleva siempre por si
encuentra un animal hambriento…
Felipe se sorprendió…no estaba acostumbrado
a que le hicieran cariños y mucho menos que le regalen toda un lata de “comida
para gatos”, es más, él ni sabía que eso tan rico existía…se acurrucó en el
baúl abierto y devoró la primera comida toda para él…
Luego, como si fuera una prolongación de
aquella cena improvisada, husmeó la gatera con mantita y se metió en ella…jo…un
cuenquito de balanceado brillaba al fondo de aquella morada improvisada, Felipe
se sintió confiado, después de todo, no tenía nada que perder confiando, y en
todo caso, ya su sexto sentido le había señalado que se había cruzado con buena
gente…
Esa noche ya tarde, Felipe llegó a la casa
con patios de sol, que a esa hora, era todo penumbra, hasta los grandes árboles
del pulmón verde parecían descansar relajados, sus ramas apoyadas en la pared, una
paz silenciosa y profunda se respiraba en todos y cada uno de los sectores que
Felipe fue cruzando hasta llegar a un pequeño patio donde lo trasladaron a un
gatil junto a otros tres…
.- hola, me llamo Felipe, sabés a donde
estoy? conocés el lugar?!?!?
.- sí amigo, choque esos cinco Feli, mirá …
yo llegué accidentado hace dos meses, vez allá arriba, donde dice
enfermería…ahí estuve hasta curar mis heridas, hoy estoy acá, esperando una
familia adecuada…
.- yo igual, a mi me tiraron unas piedras
enormes y re duras, me partieron la frente y el labio, pero ahora…mirame…ni se
nota la cicatriz y acá estoy esperando también por una familia, a veces tarda
un poco más viste…esto es como encontrar el novio ideal…
.- sí, flaco, no sabés!!! Los fines de
semana, se llena de familias, con chicos, parejas que aman los animales,
viejitos que buscan compañía…las chicas aconsejan a cada cual su “gato ideal” y
todos parten con las cajitas porta-nueva-vida-en-familia…
Felipe, escuchó atento, le gustó lo que vio,
lo que escuchó y lo que olió con su olfato detector de energías…comió, otra
vez, tomó mucho agua fresca…y limpia!!!! …esa variedad de agua, casi no la
conocía…y pensó que lo mejor era acostarse a dormir…
No habían pasado 48 horas, cuando Bea, la
mamá de Lety se comunicaba con una amiga…
.- vos que ayudás en el Hogar…habrá algún
gatín para mi hija y mi yerno?!?!!?
.- vemos, te mando fotos, tienen algo en
mente que les gustaría? sino lo mejor sería si pueden ir, y ver que gatín los
elige a ellos…
Y allá fueron los dos, ilusionados, Juan no
dejaba de mostrar su ansiedad…llegaron al Hogar una tardecita, ya se hacía casi
de noche y ellos… vieron uno, dos, diez…
.- todos son lindos pero buscamos el que
nos elija…
.- mmmm, que los elija… dejame pensar…ya
vengo!!!
San se dirigió al Spa del Hogar, donde
nuestra experta en spa de gatos terminaba de quitar las últimas rastas a
Felipe, lo tomó entre sus brazos y volvió a la sala de adopción,
.- le falta peso, recién llegó, y está un
poco resfriado pero es de fácil solución, comida y amor harían milagros con
este gatín…
…y puso a Felipe en los brazos de Juan…
Felipe lo olió un instante y su sexto
sentido otra vez se puso en alerta…olió a una encantadora persona, pero además
buena, cariñosa, sensible…Felipe miró hacía su gatil y sus compañeros le hacían
señas gatunas, de esas imperceptibles para los humanos, pero que decían más o
menos así…
.- dale, Feli, ese humano te queda re
bien!!!
.- si Felipe dale!!! Son la familia ideal…
.- sí, sí flaco, esta familia te sienta de
perlas!!!
…y entonces Felipe se dijo:
.- …y sí, me gustan!!!! ojalá yo les guste…
pero… como convencerlos?!?!? Tengo que hacer algo importante…que se den cuenta
lo contento que me pone estar en sus brazos… Felipe no se había ni dado cuenta
que todo su cuerpito ya vibraba al son de unos sonoros runrunes, provocados por
la felicidad de estar entre los brazos de Juan…
Ya era noche cerrada cuando volvieron a
cruzar el patio-bosque hacia la puerta, unos focos de luces amarillas
iluminaban el andar entre sombras y relumbras… sólo una hora antes, al Hogar había
llegado una pareja, partía una familia…
De esa noche, pasaron ya muchas, hoy la familia
está por sumar un nuevo integrante, mejor dicho: una nueva…
Felipe, con la tranquilidad que le da el
saberse un componente más de la familia, revisa uno a uno y aprueba los lugares
para la bebe que se apronta para llegar en junio, prueba cuna, cochecito,
inspecciona las reformas en la nueva habitación, y aunque los primeros días,
estuvo un poco celoso, ya perdonó a su mamá por estar fabricando ese ser que lo
convertirá en un “un hijo más”, después de todo, se dijo, las familias
numerosas son buenas, y que haya un cachorro en la casa, suena genial y lo
ayudará con la dieta, ahora Feli tiene rollitos, y si bien ya no será único,
será familia, y será además el encargado de enseñar a la pequeña a gatear, a
jugar, a hacer travesuras y comer cosas ricas, a mirar desde el balcón-con-protección
hacia la plaza de abajo…y bue…un montón de cosas más, que ya va memorizando
porque junio queda acá nomás…y él se siente responsable junto con Juan y como
Lety…la bebe que llega necesitará de toda la familia…
Y así fue nomás, aquella tarde todos los
caminos confabularon para dar a Felipe un Hogar, una familia, y…en fin, una
bella historia de amor…
Te animás a comenzar la tuya…?!?!?
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