domingo, 22 de julio de 2018
Inca y Beto Felices!
Antes
que nada queríamos agradecerles habernos confiado a los dos gatitos:
Yinka (rebautizada Inca) y Oliver (rebautizado Beto). Estamos muy
contentos y se nota que ellos también, sobre todo Beto que se maneja
como si fuera de la familia hace años. Les adjuntamos algunas fotos,
comiendo, estrenando gatucuna, haciendo una selfie (Beto quiere
compartir cada cosa con nosotros, así que se subió sólo a sacársela),
mirando a River (se hizo hincha el domingo a la noche cuando vio el
partido con nosotros), subiéndose a sillones y felpudos, etc.
Llegamos
muy bien el sábado a la tarde a Santos Lugares. Les abrimos sus cajas y
los dejamos que hagan su experiencia. Ya tenían su agua y comida
preparada (misma marca que venían usando), sus piedritas y algún lugar
cómodo para dormir.
Beto
salió de la caja, miró y recorrió todo junto con nosotros, comió, tomó
agua, hizo pis y caca, tapó todo, se sentó a mirarnos y maulló como
diciendo “¿Qué sigue?”. A partir de ese momento se hizo muy compinche de
los dos y quiere hacer absolutamente todo con nosotros, no nos quiere
perder de vista (o de pata) nunca, nos sigue, nos pide caricias, se nos
sube a dormir encima. Un mimoso.
Inca
es menos confianzuda pero se está adaptando muy bien, a su ritmo. Ella
no salió de la caja hasta que nos fuimos a dar una vuelta y los dejamos
solos. Luego salió y se subió a una silla con almohadón, se quedó ahí
hasta esconderse debajo de un sillón, luego del mueble de la cocina,
después más cerca nuestro (debajo del mueble de la tele) y así. Pero de
noche, cuando dormimos, salió a recorrer las dos plantas de la casa,
para volver luego a su lugar debajo del sofá. Nos asustó un poco el
domingo porque no la encontrábamos, a pesar de no tener por donde
escapar. Y la encontramos atrás de la cocina. Después de eso optamos por
cerrarle la cocina y empezó a salir de abajo del sillón más
asiduamente, sobre todo cuando Beto está comiendo.
Compiten
en todo y eso la estimula. Si Beto come, ella pierde el miedo y quiere
comer del mismo plato. Si él toma agua, ella toma agua. Si se acuesta en
una silla, ella se acuesta en otra silla.Primero le
pusimos dos platos, aguas y piedritas en habitaciones separadas. Beto
iba y comía, tomaba y hacía sus necesidades en las dos, por duplicado y
en el mismo momento. Es muy territorial. Luego optamos por hacerlos
comer juntos con supervisión, y como se ve en la foto aprendieron a
hacerlo respetándose. Se turnan y todo. Nos falta ahora lograr que
duerman juntos en la gatucucha.
Así
que en resumen, están muy bien los dos, controlados por el veterinario,
cComen y hacen bien sus
necesidades y se los nota contentos con el espacio. Sobre todo a Beto
que es un dulce de leche, siempre
responde con cariño, nos busca todo el tiempo y aprende enseguida
cualquier cosa. Por ejemplo, descubrimos que no es que se quería comer
nuestra comida (está satisfecho), si no que no nos quería perder de
vista. Entonces optamos por traerle la gatucucha al lado nuestro al
comer y no molestó más, duerme mirándonos de reojo por si nos vamos. Es
muy educado.
Les mandamos saludos y seguimos en contacto.
Ana y Marcelo
Santos Lugares
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