

Todos llegaron puntualmente a las 8.30 para esperar su turno de castración. En primer lugar se otorgaron turnos a quienes lo habían solicitado previamente y, posteriormente, inscribimos a los felinitos de Lourdes en los turnos restantes. Fue así como el equipo de cirujanos, médicos y enfermeros del Pasteur castraron a casi cuarenta gatitos.
Fue una jornada que siempre tendremos en la memoria. A pesar de lo gris y lluvioso, el increíble equipo de gente a cargo del operativo, integrado por cirujanos, enfermeros, administrativos y choferes, actuaron con una prolijidad y un orden dignos de la mejor clínica de nuestra ciudad. Entre cada cirugía, controlaban la evolución del postoperatoio de los gatitos, que esperaban despertarse en el Hogar, para que sus familias los llevaran a sus casas.
El quirófano es un ejemplo de bioseguridad y buen diseño, pero queremos resaltar que el equipo de trabajo que pasó esa lluviosa mañana de domingo en el Hogar, lo hizo brindando horas que otros destinan al descanso a una labor que está por encima de sus virtudes profesionales, ya que estaba volcada a la salud del felino y también un destino social ayudando a un Hogar de Rescate y a proteccionistas.
¡Esperemos verlos pronto nuevamente!